Entrevista a Marisa Marón publicada en el portal Coemu.
En abril de 2015 tuvo lugar el primer encuentro recreativo entre estudiantes de los distintos colegios que forman parte de CEAFA. La asociación nació en 2014 como un caso único en el mundo y con la intención de dar asesoramiento a todos los clubes que cuentan instituciones educativas. Su comisión directiva está presidida por el Club Lanús y fue justamente la representante legal del Complejo Educativo del Club Lanús, Marisa Marón, la impulsora de este proyecto. En esta entrevista nos cuenta un poco acerca de dicha iniciativa y de estos nueve años del Complejo Educativo granate.
¿Cómo nació el CEAFA?
A lo largo de todo este trayecto que me tocó vivir formando parte del complejo educativo del club descubrí que están los colegios del estado, los de gestión privada y los de los clubes, que también tienen sus particularidades. Entonces diseñé un proyecto para juntarnos todos los colegios de clubes y hoy lo estamos presidiendo por dos años con el aval de AFA. Fue una de esas utopías que, como diría Eduardo Galeano, te mueven para adelante y te hacen ser.
¿De qué manera se gestó esa utopía?
Empezamos a llamar a los clubes que tenían colegio y hoy somos doce a nivel nacional los que estamos nucleados. Yo presenté la iniciativa el año pasado, cité a todos los colegios en junio de 2014 e hicimos la primera reunión. Se aprobó el proyecto que presentó Lanús, votamos cómo iba a quedar conformada la comisión directiva y lo elevamos a AFA.
¿Qué respuesta tuvieron de AFA?
Fue muy buena. El comité ejecutivo lo aprobó inmediatamente, nos reconocen como organismo dependiente de AFA y colaboran en las cosas que les pedimos. Esto no existe en ninguna asociación de fútbol a nivel mundial, somos los primeros. La verdad que me llena de orgullo que se me haya caído esta idea única en el mundo.
Marisa Marón ni siquiera imaginaba este proyecto cuando llegó hace diez años a la dirigencia del Club Lanús para pensar un jardín de infantes del club, lo que resultó ser la piedra fundante del complejo educativo del club que hoy cuenta con un jardín inicial, una escuela primaria y una secundaria. Junto con otros dirigentes, en 2005 empezaron a planear el funcionamiento del jardín, el perfil y el ideario del alumno y también comenzaron con los trámites formales. El jardín abrió al año siguiente con 45 alumnos en salitas integradas y hoy, nueve años después, tiene 13 salas y un total de 337 chicos en dos turnos.
¿Cómo surgió la idea del jardín?
La idea nace gracias a un grupo de dirigentes que creyeron en la utopía de que el club podía llegar a tener un complejo educativo. Se empezó a materializar allá por el año 2005 cuando nos juntamos un par de dirigentes de aquel momento. En mi caso particular, fui convocada específicamente para repensar un jardín. Ese año planteamos cuál era el perfil del colegio que quería el club. Cada vez que se hace un proyecto se trabaja mucho con la comunidad entonces hubo que hacer encuestas para ver si la comunidad quería doble jornada, jornada simple y cuáles eran sus expectativas de un colegio. En base a todo ese sondeo previo armamos el proyecto inicial que abrió sus puertas en el 2006.
¿Qué recuerdos tenés de ese primer momento?
Aquellos primeros 45 nenes eran de familias que creían en el escudo porque nosotros no teníamos historicidad en educación y nos estaban dejando a lo mejor de ellos, solamente porque eran granates. Yo siempre cuento anécdotas de que al principio cuando pedimos la primera cuota de materiales, estos padres nos preguntaban: “¿y compraron los autitos?” “a ver los autitos”. Había que mostrarles todo lo que uno decía que había hecho. Ahora esto a uno le causa gracia pero en ese momento desestructuraba todo. Luego todo fue cambiando a medida que pasó el tiempo. En 2008 tuvimos nuestros primeros egresados del jardín que fueron los que inauguraron en 2009 la primaria. El año pasado egresaron nuestros primeros alumnos de sexto y empezaron la secundaria.
¿Tuvieron algún tipo de obstáculo a lo largo de este camino?
El primer desafío allá por el 2006 era dividir lo que era el club de lo que era la escuela. Tienen una normativa distinta, la escuela no es pura pasión como el club. Pasaba que en los primeros actos teníamos a todos los directivos mirando por alrededor de las rejas. Hubo que perfilar lo que era una escuela de lo que era un club. Años después lo que hubo que perfilar fue que los tres niveles no fueran cosas aisladas sino que actuaran como un complejo educativo. Lo que nos planteamos, y que fue algo muy difícil, fue que todos los padres reciban el mismo discurso, el mismo tratamiento y la misma mirada sobre la familia. Para eso hubo que trabajar muchísimo con los directivos de la escuela y eso es lo que hago yo, tengo reuniones pautadas mensualmente donde trabajamos sobre esto y seguimos repensando.
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