Entrevista a Agustina Paz Frontera, periodista, poeta y realizadora de un documental que saldrá a fin de año sobre la mítica revista Cerdos & Peces publicada en el Suplemento Guay del diario Miradas al Sur.
Por Federico Frau Barros
-¿Cómo nació la idea del documental?
-Todo lo contrario al modo Symns de la vida. Nació en las aulas de una Universidad, como idea para una tesis de maestría en periodismo. Me parece muy lindo que una revista pueda conmover y participar con intensidad de la vida comunitaria con un movimiento de corrimiento y de apertura de más libertades. Que una revista, un grupo de amigos, haya hecho digamos un contrapoder a la vez estético, moral y político, que haya iluminado a los que siempre están hablando desde la oscuridad, que haya inventado una lengua propia, un humor, un deseo, ¿lo inventó o estaba ahí? el documental se pregunta cosas todo el tiempo, ¿qué es la verdad? el periodismo reconoce que está relleno de ficción.
-¿Qué buscás con este trabajo?
-El documental quiere recuperar una mirada lateral, no por gusto por lo marginal, no es eso, ni aquello de darle voz a los sin voz. Es revelar los cruces e interdependencias que hay entre un lector de una revista que viaja en una camioneta destartalada a hacer un trabajo de plomería en el conurbano y lleva La cerdos en la guantera con un coleccionista de arte con plata para solventar la revista de un delirante genial con más desfachatez que experiencia. Evidenciar que lo que importa de la década del 80 no es “la vuelta de la democracia” como sintagma frío y muerto, sino los tejes que hay entre arriba y abajo, la merca, los redondos, los carapintadas, el sexo y el amor, el rechazo al papa, la capacidad de abrir la boca y decir cualquier cosa, aún a riesgo de perpetrar en ese acto un delito que será denunciado por la democracia, como es en el caso de la apología del delito. Y en ese proceso está Symns como imprescindible, está La cerdos y sus lectores, toda una época que a más lejana más preciosa.
-¿Cómo fue la respuesta de Enrique?
-Muy mala al principio, él se debate entre si esos años, los primeros de la cerdos, los de los monólogos con los redondos, fueron lo mejor o lo peor que le pasó en la vida. Me costó mucho acercarme, que no desconfíe, que me diera una entrevista de más de 15 minutos. Pero al final, resultó ser una persona muy sensible, capaz de pedir y dar cariño, capaz de ser franco. El documental está en proceso desde 2012, la última entrevista con Enrique fue en noviembre del año pasado.
-¿Ya tiene título el documental?
-No hay título aun, no encuentro uno que condense estas ideas, quizás “Viaje a China”, “Cerdos y peces, un documental”, “Aquella época Cerda” o el más alegre “Una revista puede ser como un sanguche de milanesa”.
-¿Hubo gente que hayas contactado y no haya querido hablar de Enrique?
-Intenté contactar a Vera Land, jefa de redacción de cerdos y peces y ex mujer de Symns. No pude dar con ella. Los entrevistados y personajes son además de Enrique, Gabriel Levinas (el dueño de El porteño), Ricardo Ragendorfer, Osvaldo Baigorria, Ariel Prat, y Luis Cousillas (fotógrafo de La cerdos, padre de la niña que sale en tapa desnuda y desata una denuncia por Apología de la pedofilia), además del testimonio invaluable de Huguito, el lector, un personaje entrañable que cuenta cómo fueron esos años de fanatismo por la cerdos, “como ir a vivir a la China”, ilustra en el documental.
-¿Qué lugar crees que ocupa Enrique en el periodismo argentino?
-Es el que hizo todo lo que no hay que hacer, ocupa un lugar horrible, porque para los periodistas Symns ya lo hizo todo, consumió la rebeldía, dejan a la locura guardada ahí, en ese antro-redacción que fue la Cerdos. Todo lo contrario del legado symnsiano, no hay que cuidarse, no hay que calcular, hay que vivir extáticamente y enamorarse y como dice Osvaldo Baigorria en el documental, “estirar los límites de lo que se puede decir y hacer”.